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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Las granjas ombúes de descanso


Por Gustavo Daniel Barrios*
               Eran las quince y treinta cuando yo ya me ubiqué en el sofá de color negro, que hacía juego con dos sillones y con los paneles color marrón muy oscuros que revestían a metro y medio desde el zócalo, todas las paredes de la sala de estar, en comunicación con un patio oblicuo, y oblicua la pared del living nuestro, y que más que patio era un oasis abarrotado de plantas. Uno de los sillones, de frente a mi sofá, era ocupado por Emilce Real, la dueña de un caserón hispánico colonial de tipo pastoril en donde estábamos reunidos, y que habitaban ella y su hijo menor en ese tiempo, hace catorce años.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Gracias, Leonardo Favio

Por su crónica, el niño ya no estuvo solo. Gracias a él, Aniceto y Francisca se conocieron y vivieron un romance eterno. Por él, un tímido dependiente se animó a enfrentar el amor imposible. El grito profundo de Moreira nos acercó al sentimiento popular más trascendente. Nazareno nos guió por los caminos a un infierno increíblemente poético. El Mono nos trompeó con toda la fuerza de sus dolores. Cuando nadie lo pensaba, Aniceto volvió a bailar por su Francisca. Y para siempre nos conmoverá con la Sinfonía inigualable sobre la más extraordinaria historia nacional y popular. Se fue el más grande cineasta que ha dado la Argentina, el más coherente, el más profundo. Eternamente...gracias Favio.

El derrumbe de la mina San José, la operación San Lorenzo, y el antiguo drama


Por Gustavo Daniel Barrios*
Quiero estacionarme en el recuerdo de aquellos treinta y tres mineros sepultados en Agosto de 2010, y rescatados todos ellos a mitad de Octubre de ese año. En clave de poesía hablando, lo tuvo todo de poético aquél suceso trágico devenido más tarde en felicidad. La composición que plasmó la televisión, más el ingenio tecnológico de ducto, encamisado y cápsulas, tuvo esa omnipresente dimensión poética en esos días, y en tanto eso fue, se grabó en el alma de todos.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

El velero de la historia

Por Gustavo Daniel Barrios*

               Se trata de aquellas tierras de las que nunca hemos tenido demasiadas noticias en los países emparentados a los mares australes. Si hasta muchos ni sospechan cuáles son esos pueblos, ubicados formalmente por encima de una importante mancha en los mapas. Los mapas modernos nunca le llaman a esa mancha Ponto Euxino. Este mar interior inmenso que hoy llamamos Mar Negro. Para acceder a él desde el Mediterráneo, la vieja Mar Grande, se introducen los barcos por el estrecho de los Dardanelos, que antiguamente conocíase como el Helesponto. Y antes de hacer el gran ingreso, deben los barcos navegar por otro pequeño mar interior que hace muchísimo tiempo era conocido como la Propóntide, y hoy se identifica como el Mar de Mármara. Las dataciones para la variación toponímica son muy difíciles.

martes, 11 de septiembre de 2012

Lembranza de indeterminados días

Por Gustavo Daniel Barrios*
  Vieja costumbre es suponer todo lo añejo como mejor o más deseable. Y se ubican algunos en la habitación de los trastos viejos, donde cada cosa que se toma devuelve al individuo sentires ocultos en lo interior, y que recobran vida ahí al evocar instantes sepultados, en el silencio de los trastos.